AGUSTÍN
BLANCO MUÑOZ | EL UNIVERSAL
Viernes
13 de septiembre de 2013
Mí
muy apreciada amiga Mirella Zubani Giovanelli, respondo su carta del 06-09-13
por este medio porque su exposición toca en forma resumida muchas de las
observaciones y angustias que, en forma de preguntas o críticas a veces ácidas,
me hacen unos cuantos lectores. Algunos han llegado a decir que no me volverán
a leer mientras no me polarice.
Su planteamiento obliga a este debate. Usted
dice de entrada: "entiendo perfectamente las incertidumbres que causan
ciertas actitudes o políticas de la oposición. También entiendo que tanto la
oposición como el Gobierno en el fondo tengan los mismos intereses. No
desconozco que la oposición ofrece quizás lo mismo que la cuarta república en
una versión más o menos edulcorada, lo que nos debería inducir a arrinconarla en el baúl de los
olvidos".
Estamos
contestes en poner de lado la política grupal, limitada, clasista que termina
por expresarse a través de un autócrata-héroe-libertador o caudillo y que hace
gala de sus respectivos pensamientos únicos.
Pero
luego usted se pregunta: "Si estando claros que la oposición no ofrece
mayores cambios al actual sistema, y en el mejor de los casos, es muy semejante
a la cuarta república, ¿no cree que sería importante considerar que ella al
menos permitió los cambios?".
No,
amiga mía. La oposición no permitió ni impulsó cambio alguno. El tal paso de la
llamada cuarta a la quinta república se dio sobre el derrumbe de una política que hizo del fracaso
su mayor razón de ser. Y sobre las miserias de una realidad se anunció la
construcción de otra que venía en plan de forajida venganza.
El
llamado proyecto revolucionario trae la intención de profundizar la destrucción
que ya había comenzado y que tenía como puntos culminantes las protestas del 27F-89, el levantamiento militar-cívico
del 4F-92, la defenestración de Carlos Andrés Pérez y el gobierno de Caldera
II, preparación final del terreno para darle paso al nuevo y radical salvador.
De
modo que no se trata -como dice- de que los "cambios permitidos fueron
para peor". La mayor parte del colectivo defraudado de AD y Copei entra a formar parte de la "nueva
política" que, una vez más, promete reivindicar la pobreza y darle una
vida digna, pero con la diferencia de contar con una riqueza petrolera sin
precedentes.
Dice
usted que en esa oportunidad hizo falta un planteamiento como el que ahora
hacemos (y que iniciamos en la década de los 70) sobre la necesidad de tomar el pueblo-colectivo-soberano como agente
histórico fundamental y apartado, como
dice usted, de Mesías que andan "cambiando y anulando siempre lo anterior,
y supuestamente empezando siempre de nuevo, cambiando para no cambiar nada.
Porque en el fondo de lo que se trataba era de engañar siempre".
Pero,
¿en qué momento de estos 203 años de la
llamada vida republicana se puso de lado
el engaño como arma y clave de la política? Han engañado patriotas y realistas,
los falsos demócratas y los dictadores, socialistas y los "nuevo
demócratas".
Por
eso seguramente es que usted dice entender y compartir "esa ilusión de una
Constituyente del Pueblo". Y su conclusión tiene plena validez: "Sólo
con una base firme y grande de pueblo, podremos cambiar este panorama". De
acuerdo. El cambio hoy no puede ser
individual sino del todo social.
Y no
es cuestión de imponer una dictadura burguesa o proletaria, sino de propiciar
un avance colectivo hacia una forma de vida superior, basada en un ordenamiento
jurídico-institucional que no apunte hacia el resguardo y mantenimiento de los
privilegios sino hacia una sociedad de verdadera convivencia.
Sin
embargo, usted concluye así: "No
veo mal que usted siga con sus ideas, probablemente sean las correctas. Pero lo
que le pido es esto: No lo haga sobre las cenizas de la oposición. Se lo pido
porque sus argumentos lo que hacen es desorientar aún más al común del
pueblo".
Ahora
quiere usted salvar la misma oposición que ya arrinconó en el olvido y que nombra como cenizas. Y no me
pide el silencio, pero sí que no
toquemos los líderes o el líder de las oposiciones "con mis ideas que sólo
sirven para desorientar".
Es
decir, usted termina asumiendo la posición de todos los polarizados. Salvando
su o sus líderes. Y la entiendo. Proposiciones como la Constituyente
pueblo-calle no son cómodas ni fáciles de asumir. Implican asumir responsabilidades.
No
descargar mis deberes en la dirección porque ahora todos nos colocamos en la
posición de la organización y liderazgo horizontal y me toca reunir un grupo y
estar al frente de un Movimiento de Movimientos dispuesto a interaccionar con
miles para trabajar por otra realidad, que nos aparte del perverso engaño de seguir atrapados entre las
fuerzas del pasado y el olvido y podamos gritarle un fuera a los Maduro y Capriles.
El
señor Maduro es la continuación de la tragedia que tuvo como actor al
todopoderoso golpista presidente. Y Capriles es la improvisación convertida en
política. Por allí anda diciendo que busca una mayoría superior al 65% para poder
ser presidente porque si no es así le roban los votos "porque aquí no hay juego
democrático". Y dice además que Venezuela y Cuba son 2 realidades
distintas, es decir, que Venecuba no es verdad y que sí podrá llegar por votos
a Miraflores.
Y es
así como las oposiciones le otorgan a
Maduro y a su política de pasado-destrucción cada vez más espacios que sirven
de base para todo tipo de
acuerdo-negociación. Buscar 65% o más es conceder y reconocer el triunfo
de la parte dominante. ¿De manera gratuita o el régimen tiene sus oposiciones?
Por
ello, mi querida amiga, la proposición de Constituyente Calle apunta
hacia un nuevo ciclo histórico
que nos aparte de este oficialismo y sus oposiciones y de esta terrible
condición de expaís tomado por el más
ominoso y confuso pasado.
Y
siento que en su caso, como en muchos otros, en medio de incertidumbre y
confusión se prefiere esperar la especie de milagro que haga posible que el
llamado polo opositor algún día consiga el 65% para sacar al monstruo
socialista del pasado-olvido venecubano. ¡Para nosotros hoy y aquí se trata de
ir a toparnos con el porvenir! ¡Qué historia amigos!
T:
@ablancomunoz
abm333@gmail.com
http://www.eluniversal.com/opinion/130913/fuera-maduro-y-capriles
columnismoyperiodismodeopinion@gmail.com
@columnisyp_deop
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