ILDEBRANDO
PORTILLO | EL UNIVERSAL
Martes 12
de noviembre de 2013
En
nuestro país hubo un gran momento de indómito límite democrático antes de todo
este desbarajuste revolucionario, en el que los ciudadanos pensaban y razonaban
en familia y no la dividían por motivos políticos, eran visionarios y le daban
méritos a la vieja usanza; donde sabiamente le aplicaban en tropel el voto
castigo al mal gobierno de turno. Hoy día, parte del pueblo se muestra fuera de
la sincronía razonable y pese a las tropelías, anomalías, represiones,
corruptelas y pare de contar; aceptan sumisamente el pervertido voto asistido,
dejándose arropar por el desfase marxista que iracundamente les han hecho una
trepanación cerebral. Donde la identidad y la conciencia representan sólo un
número en la línea de ensamblaje comunista y esto simboliza la involución de la
pluralidad; es decir, para estos miserables comunistas la sociedad no
representa realmente una "identidad", sino un saco de marionetas al
que pueden manejar a su antojo. Pensemos: ante tanto infortunio emergeremos de
la propia matriz de la vida y con un manojo de valentía, salvaremos a nuestro
país de la paradoja sarcástica y miserable que representa este errático
comunismo.
Por otra parte, nuestra habilidad democrática está íntimamente relacionada con el legado que nos dejaron nuestros libertadores y que moralmente es la que se define por su capacidad para erigirse a sí misma aunado al dulce tesoro de la libertad, y a ésta se le concibe sólo desde el punto de vista de nuestra acción para defender a nuestra patria de los corruptos revolucionarios, que con sarcasmo innato, nos han robado hasta el sentido común. Y lo que es aún peor, tienden a esconder lo saqueado en una multiplicidad de testaferros, quienes poseídos por la ambición actúan bajo control remoto y les sirven con estulticia a estos crápulas revolucionarios, y así son recompensados con un justo precio. Aún más, para transacciones de divisas de ilimitada importancia, cuentan con empresas de maletín y con expertos en relaciones públicas que manufacturan la identidad apropiada, que a la postre generará un inusitado derroche delirante que enaltece su fibra corrupta. Reflexionemos: con virtud patriótica y ante la ironía suprema el pueblo explotará el instinto de su "nuevo yo", para demostrar su lealtad a la patria y a la constitución.
ildebrando21@yahoo.com
Por otra parte, nuestra habilidad democrática está íntimamente relacionada con el legado que nos dejaron nuestros libertadores y que moralmente es la que se define por su capacidad para erigirse a sí misma aunado al dulce tesoro de la libertad, y a ésta se le concibe sólo desde el punto de vista de nuestra acción para defender a nuestra patria de los corruptos revolucionarios, que con sarcasmo innato, nos han robado hasta el sentido común. Y lo que es aún peor, tienden a esconder lo saqueado en una multiplicidad de testaferros, quienes poseídos por la ambición actúan bajo control remoto y les sirven con estulticia a estos crápulas revolucionarios, y así son recompensados con un justo precio. Aún más, para transacciones de divisas de ilimitada importancia, cuentan con empresas de maletín y con expertos en relaciones públicas que manufacturan la identidad apropiada, que a la postre generará un inusitado derroche delirante que enaltece su fibra corrupta. Reflexionemos: con virtud patriótica y ante la ironía suprema el pueblo explotará el instinto de su "nuevo yo", para demostrar su lealtad a la patria y a la constitución.
ildebrando21@yahoo.com
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