sábado, 26 de octubre de 2013

CARTA ABIERTA A VLADIMIR VILLEGAS





OPINION  /   EL NACIONAL

Viernes 25 de Octubre de 2013

Venezuela está picada en dos mitades. Una es más grande que otra. Yo creo y tengo cómo demostrarlo, que la mitad mayor quiere salir de este gobierno, pero tienes todo el derecho de creer que quienes así pensamos somos la mitad menor. En tu reciente artículo, “Maduro vs María Corina”, señalas, con mucha razón, que esa división del país trae consigo riesgos de confrontación y de violencia que debemos tratar de evitar. Planteas también que la mejor forma de evitar esos riesgos es que las dos mitades dialoguen entre sí. Hasta allí también tienes razón.
Pero ocurre que para que pueda haber diálogo, deben reunirse algunos prerrequisitos. A ver:
1) El diálogo debe producirse entre los líderes de ambas mitades. Corresponde a cada una de ellas seleccionar quiénes serán los participantes en el proceso. La oposición está plenamente dispuesta a dialogar con Nicolás Maduro, con Diosdado Cabello o con quienquiera que el oficialismo designe. Esto sin condicionamiento alguno. No puede Capriles decir que no dialoga con Maduro porque considera que es un presidente ilegítimo, como no puede Maduro condicionar el diálogo con Capriles a que este lo reconozca como vencedor de las elecciones del pasado 14 de abril. Máxime cuando a pesar de la promesa del propio Maduro no se hizo la auditoría de los votos y el Tribunal Supremo de Justicia declaró sin lugar, sin discutirla, la impugnación del proceso electoral. Ya tenemos experiencia de un proceso de diálogo auspiciado por Chávez en el cual el oficialismo estableció la lista de opositores con quienes dialogaría.
2) Las partes que van a sentarse a dialogar deben respetarse. No es fácil hablar con quien te califica diariamente de apátrida, lacayo del imperialismo, vendepatria, fascista, asesino, parásito y ladrón. No es fácil hablar con quien pretende someterte primero a un examen psiquiátrico, lo que a todos nos recuerda el sistema soviético. Dirás que la oposición no dispara flores hacia el régimen, y tienes razón. Pero te puedo destacar algunas diferencias: en primer lugar, no incurre en descalificaciones personales, no es esa su forma de concebir la política. Pero entremos al detalle. ¿Cuáles son los aspectos del discurso opositor que Maduro puede considerar “insultantes”? En primer lugar, la ilegitimidad. Ya te indiqué que existía una manera de establecer definitivamente la legitimidad del gobierno, y Maduro la desechó: el recuento de los votos y el examen de las denuncias de fraude. En segundo lugar, dice la oposición que el gobierno pretende llevarnos al castrocomunismo. Te puede enseñar un archivo completo que demuestra que este propósito es confeso, tanto por parte de Maduro como por parte de Hugo Chávez. ¿Te acuerdas del mar de la felicidad? Tú más que nadie sabes que esto no es una infamia. Se le acusa también de acatar instrucciones de Cuba. ¿Dudas acaso de la presencia en Venezuela de oficiales y agentes cubanos en la Fuerza Armada, en nuestras embajadas, en el manejo de los registros y notarías, en los puertos, en muchas negociaciones comerciales internacionales y en la conducción de algunas misiones? Se pone en duda la nacionalidad de Maduro. Es una acusación grave, pero te pregunto ¿a quién corresponde la carga de la prueba? ¿Te parece suficiente enseñar “de lejitos” una copia certificada de una partida de nacimiento cuya originalidad nadie puede comprobar? Se le acusa de ser negligente en la defensa de la integridad territorial. Pero cuando la armada, de la cual funge como comandante en jefe actúa con energía, se le aplaude.
3) Una tercera y muy fundamentada condición para el diálogo es el respeto a la Constitución. No cabría en estas líneas la enumeración de las violaciones de la carta magna en las que incurre diariamente el gobierno. Eso sería, además, materia sobre la cual habría que discutir en la mesa de diálogo. Lo que sí te puedo decir es que te alejas mucho de la verdad cuando afirmas que María Corina Machado propone una estrategia de “dudosa constitucionalidad”. La impugnación de los resultados electorales, la renuncia del jefe del Estado y la convocatoria a una Asamblea Constituyente están expresamente previstas en la Constitución. Te recomiendo su relectura, ya que parecieras haber olvidado lo que firmaste. La acusas también de querer “desestabilizar política y económicamente al país”. ¿Crees acaso que el actual desastre político y económico es responsabilidad de ella?
No eres el único que piensa que la ausencia de diálogo es una responsabilidad que comparten por igual tanto del gobierno como de la oposición. No es fácil dialogar con quien te insulta, te reprime, te golpea (físicamente), quien amenaza con llevarte a la cárcel o al manicomio y que tiene el poder para hacerlo. Sin embargo, y a pesar de todo, la oposición está dispuesta a dialogar.
Capriles ha planteado que el 8-D Venezuela podrá escoger entre el país de Maduro y el cambio. Los venezolanos vamos a votar por el cambio gracias a una gran movilización popular que derrotará a la trampa. El 9 de diciembre tendrá entonces mucha más fuerza para exigir la renuncia de un presidente ilegítimo y para plantear nuevas elecciones presidenciales, libres, justas y limpias. Todo dentro de la Constitución. La oposición no desestabiliza, de eso se ocupa Maduro.


columnismoyperiodismodeopinion@gmail.com

 

@columnisyp_deop

EL ENEMIGO INTERNO









columnismoyperiodismodeopinion@gmail.com

 

@columnisyp_deop

MADURO, ANATOMÍA DE UN FRACASO









Cuando los medios reseñan que Maduro ha cumplido seis meses de gobierno, dicen una verdad a medias. Lo cierto del caso es que está desde el 22 de octubre del año pasado al frente del Ejecutivo nacional, desde que Chávez ­ya en las últimas­ lo designó vicepresidente de la República en sustitución de Elías Jaua. Luego, el 8 de marzo de 2013, fue designado (en clara violación de la Constitución Nacional) presidente encargado, por Diosdado Cabello, en la Asamblea Nacional. O sea, un año gobernando, tiempo suficiente para haber desarrollado un mandato medianamente bueno.

La verdad verdadera es que no ha podido con la pesada herencia en lo económico, político y social dejada por su mentor. Maduro, al día de hoy, genera más dudas que certezas, no solamente en los sectores adversos; sino también (y esto es más grave aún) en los propios seguidores del ahora sí, llamado con propiedad, chavismo sin Chávez. Las interrogantes sobre su capacidad de gestión crecen exponencialmente en todos los ambientes; incluido, por supuesto, el militar, y en el exterior.

En atención a esas debilidades, Fernando Mires concluye en un reciente artículo titulado ³¿Golpe militar en Venezuela?², a propósito de la creación del Cesppa (Centro de Seguridad y Protección a la Patria), que se ha creado ³un poder sobre el poder², que convierte a Maduro en ³un simple mayordomo del palacio militar². Pues bien, esta aseveración de Mires da cuenta de cuán compleja es la situación.

A este análisis se le suma la referencia de Heinz Dieterich (un antiguo asesor muy bien remunerado por Chávez, exégeta del socialismo del siglo XXI), quién ha ido más allá en sus consideraciones sobre el régimen madurista, al aventurarse a señalar que ³si el gobierno de Maduro y Cabello no toma medidas inteligentes y drásticas de manera inmediata en lo económico y político, tiene los meses contados². ³Bajo esa premisa consideramos que no llegará más allá de marzo o abril 2014², sentencia finalmente. Y que conste, Dieterich no puede ser calificado de vendido al imperialismo y, mucho menos, a la agredida y cercada oposición.

De seguidas, Dieterich da en el blanco al agregar: ³Dada la incapacidad total para enfrentar los graves problemas del país, que ha demostrado el gobierno, es poco probable que pueda evitar su colapso, salvo una radical reestructuración del modelo económico del presidente Chávez y el cambio de 80% de los ministros del gabinete que no son eficientes². Igualmente, valora el discurso de pedido de la ley habilitante como una ³oratoria vacía seudoclerical².

Un viejo y sabio dicho reza que ³cuando el río suena, piedras trae². Sobre todo si las premoniciones provienen de gente tan comprometida y defensora del proceso bolivariano como Dieterich. Pero la realidad de los hechos no se puede ocultar con la apabullante propaganda oficialista, eso no basta. El desbarajuste se ha adueñado de un país que no ve salida a sus angustias por ninguna parte, antes, por el contrario, la inflación al final del año llegará a 50%, lo que convierte los salarios en sal y agua, amén de la imposibilidad manifiesta del Ejecutivo de resolver la perversión de la escasez y desabastecimiento, convertidos en un mal crónico.

Lo anterior apunta a un crecimiento del malestar social, ante los enredos y peleas intestinas (aunque le pongan sordina) en que está inmersa la nomenclatura militar-civil establecida, que se niega a rectificar, confiando en el aumento de la radicalización y la represión para mantenerse en Miraflores a cualquier costo. A mi juicio, la profundidad de esta crisis terminal no se resuelve con el uso la fuerza, más bien la agravará. De no haber soluciones en el corto plazo, la protesta popular se hará sentir.  


columnismoyperiodismodeopinion@gmail.com

 

@columnisyp_deop


MOSCA CON EL CESPPA



 OSCAR LUCIEN  /   EL NACIONAL

 Viernes 25 de octubre 2013

 1. Una amiga me comenta que en días pasados por poco no recibe serias lesiones cuando fue a parar a un mercado Bicentenario, en la diaria rutina de conseguir algún producto de consumo básico. Colocaba, luego de una breve duda, el par de litros de una desconocida marca de leche en el carrito de las compras en el instante que la sorprendió lo que debió ser un anuncio en voz alta pero por la reacción que produjo sonó como un grito de guerra: “Pollo”. Una sola palabra y fue un mar de gente corriendo desesperada hacia el lugar del anuncio y mi amiga no tuvo más remedio que recostarse del estante mientras pasaba la barahúnda y veía desaparecer el carro con sus escuálidas compras.

 Con esta breve anécdota como preámbulo inicio mi conversación con el reportero sobre sus interrogantes en relación al Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria, Decreto 458 de Nicolás Maduro, oficialmente en vigencia luego de publicación en Gaceta Oficial N° 40.226, el pasado 7 de octubre. Ciertamente, es tan elevado el agobio cotidiano en que viven los venezolanos procurando conseguir productos y alimentos de la vida diaria, tan grave el drama de la inseguridad, que poca lucidez o interés resta para evaluar la relevancia de la creación de un cuestionable organismo, inconstitucional, que cumplirá tareas claramente antidemocráticas, de censura y criminalización de la opinión.

 Valdría la pena agregar, le insisto, que si un medio de publicación recogiera la anécdota aquí referida y publicara un titular por ejemplo: “Guerra por el pollo en el Bicentenario”, podría verse en serios problemas con la justicia.

¿Exageración? ¿Paranoia? A las pruebas me remito. La más reciente, lo ocurrido a periodistas y directivos del Diario 2001 por un titular relativo a escasez en suministro de gasolina. Pero hay otros casos previos dignos de recordar. Restricciones al empleo de la palabra “contaminación” del agua en el caso Guarapiche; el juicio penal al diario El Nacional por la foto de la morgue de Caracas; los distintos procedimientos de Conatel contra Globovisión.

 2. ¿Por qué un organismo como el Cesppa representa un serio peligro para la ciudadanía? Hay que entender al nuevo organismo, según algunos impuesto a Maduro, dentro de un plan sistemático de acoso a la libertad de expresión y al derecho a la información de los venezolanos y no como una institución aislada de seguridad y defensa de la nación. De hecho, vale considerar dos antecedentes relevantes: en 2008, se intentó aprobar la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia, conocida popularmente como la ley Sapo, rebotada por el propio Chávez, quien reconoció las críticas sobre su estructura y métodos para conseguir la información. Posteriormente se creó el Centro de Estudio Situacional de la Nación (Cesna), que ahora deroga este nuevo Cesppa, con peligrosas atribuciones para determinar qué informaciones son estratégicas y reservadas, con una ilimitada laxitud para determinar qué información puede ser considerada como dañina a los intereses de la patria. ¿Una información sobre las peripecias diarias de un ciudadano para sobrevivir en la dura realidad económica y social de la Venezuela actual puede dañar a la patria? Respuesta afirmativa, de acuerdo con la lógica militar del decreto. Grave igualmente las nociones de “enemigo interno y externo”, categorías de guerra, de temibles y tristes resonancias porque estuvieron a la orden del día en las dictaduras militares del Cono Sur y en particular en la dictadura de Pinochet, soporte de masivas detenciones ilegales y desapariciones físicas.

 El ámbito de actuación del Cesppa trasciende la esfera de la seguridad y la defensa propiamente dicho, para indagar en cualquier aspecto o área que se considere de interés nacional.

 El Cesppa se puede analizar, en consecuencia, en tres dimensiones. 1) Limitaciones o restricciones a la información, censura; 2), Obstáculos al libre acceso a la información pública; 3) Desprotección a la intimidad personal. Nada parece escapar al apetito voraz del organismo de inteligencia.

 Se violan además varios artículos constitucionales, como el 57, relativo a la libertad de expresión, el cual faculta a los funcionarios públicos para dar a conocer informaciones que puedan ser de interés de la ciudadanía.

 Finalmente, está la adscripción o rendición de cuentas de este organismo de inteligencia a una instancia político partidista, para-estatal, conocida como Dirección Político Militar de la Revolución (sic).

 El Cesppa es una amenaza no solo a periodistas y a dueños de los medios de comunicación, sino de todo ciudadano que verá perjudicado su derecho a la información y su intimidad. Mosca con el Cesppa.

 

http://www.el-nacional.com/oscar_lucien/Mosca-Cesppa_0_287971475.html

 

 columnismoyperiodismodeopinion@gmail.com

 @columnisyp_deop