CARLOS
RAMÓN GUERRA GARCÍA | EL UNIVERSAL
Sábado 26
de octubre de 2013
Escalofriantes
noticias vemos en los distintos medios de comunicación de Venezuela. Muertes,
robos, secuestros, distintos factores que nos conducen a sentir una enorme
tristeza de ver cómo nuestro país poco a poco se va deteriorando. Durante
muchos años Venezuela ha sido reconocida, a nivel mundial, como un país de
hermosos paisajes, bellezas naturales y un gran calor humano, pero la realidad
es que nos estamos convirtiendo en el país con las bellezas más peligrosas. Ya
no podemos salir de noche y sentarnos en las plazas a ver cómo los niños
juegan, porque quizás al regresar a casa, en el camino, aparecerá un
delincuente y nos quitará la vida por el celular; muchas iglesias han tenido
que cambiar la hora de la celebración eucarística por colaborar un poco con la
seguridad de la feligresía; ya los jóvenes tenemos miedo de salir a las
discotecas porque no sabemos si regresaremos vivos a nuestras casas.
Mientras tanto el Gobierno se preocupa por llenarse los bolsillos del dinero que pertenece a los venezolanos, haciéndonos creer que tenemos "patria segura", a pesar de esta propaganda gubernamental, el auge de la criminalidad ocasionará por lo menos 25.000 homicidios en el país este año. Este es el cálculo más conservador del director del Observatorio Venezolano de la Violencia, sociólogo Roberto Briceño León.
La delincuencia en Venezuela está haciendo de las suyas pero, ¿qué reacción tenemos los ciudadanos ante esta situación? Al parecer simplemente nos aterramos con leer el periódico, ver el noticiero e incluso presenciar un robo en la calle; muchas veces he escuchado decir a las personas: "mientras no me pase nada a mí ni a mi familia todo estará bien". ¿Hasta cuándo los venezolanos vamos a desligarnos de los asuntos de importancia en el país? Pareciera que pensamos solamente de la puerta de nuestras casas para adentro y del resto, que se caiga el mundo.
Busquemos el equilibrio entre los atributos e intereses personales sin desconocer los que le son vulnerados a los demás, porque de lo contrario los gobernantes seguirán haciéndonos esclavos del silencio; aunque la esclavitud ya fue abolida, seremos policías de nuestra propia seguridad porque la delincuencia se apoderará de las calles.
Ahora bien, aunque Caracas fue titulada la tercera ciudad con más homicidios en el mundo, según un informe de la ONG mexicana "Seguridad, Justicia y Paz", muchos jóvenes venezolanos a los 21 años de edad, al igual que yo, seguimos esperanzados en que esto puede cambiar si el gobierno se aboca a la implementación de métodos más eficaces para combatir la violencia y la criminalidad del país, inclusive si todos hiciéramos un aporte significativo.
El tiempo es el juez, porque ve y sabe todo, todo lo lleva a la luz, pero en el transitar del tiempo debemos actuar como ciudadanos venezolanos, como si el país entero fuese nuestro hogar por el que debemos luchar contra toda adversidad. La delincuencia se debe acabar, el hambre y la miseria debe terminar, el desempleo y centralización de los poderes debe extinguirse. Y esto se logra si los gobernantes de turno se abocaran realmente al asunto en cuestión, si dejaran de culpar a la "derecha fascista" y si realmente trabajaran con esfuerzo y dedicación en lo que realmente deben trabajar, porque con patria no nos podemos defender, comer o trabajar.
carlos_ramon_guerra@hotmail.com
Twitter: @carllen2010
Mientras tanto el Gobierno se preocupa por llenarse los bolsillos del dinero que pertenece a los venezolanos, haciéndonos creer que tenemos "patria segura", a pesar de esta propaganda gubernamental, el auge de la criminalidad ocasionará por lo menos 25.000 homicidios en el país este año. Este es el cálculo más conservador del director del Observatorio Venezolano de la Violencia, sociólogo Roberto Briceño León.
La delincuencia en Venezuela está haciendo de las suyas pero, ¿qué reacción tenemos los ciudadanos ante esta situación? Al parecer simplemente nos aterramos con leer el periódico, ver el noticiero e incluso presenciar un robo en la calle; muchas veces he escuchado decir a las personas: "mientras no me pase nada a mí ni a mi familia todo estará bien". ¿Hasta cuándo los venezolanos vamos a desligarnos de los asuntos de importancia en el país? Pareciera que pensamos solamente de la puerta de nuestras casas para adentro y del resto, que se caiga el mundo.
Busquemos el equilibrio entre los atributos e intereses personales sin desconocer los que le son vulnerados a los demás, porque de lo contrario los gobernantes seguirán haciéndonos esclavos del silencio; aunque la esclavitud ya fue abolida, seremos policías de nuestra propia seguridad porque la delincuencia se apoderará de las calles.
Ahora bien, aunque Caracas fue titulada la tercera ciudad con más homicidios en el mundo, según un informe de la ONG mexicana "Seguridad, Justicia y Paz", muchos jóvenes venezolanos a los 21 años de edad, al igual que yo, seguimos esperanzados en que esto puede cambiar si el gobierno se aboca a la implementación de métodos más eficaces para combatir la violencia y la criminalidad del país, inclusive si todos hiciéramos un aporte significativo.
El tiempo es el juez, porque ve y sabe todo, todo lo lleva a la luz, pero en el transitar del tiempo debemos actuar como ciudadanos venezolanos, como si el país entero fuese nuestro hogar por el que debemos luchar contra toda adversidad. La delincuencia se debe acabar, el hambre y la miseria debe terminar, el desempleo y centralización de los poderes debe extinguirse. Y esto se logra si los gobernantes de turno se abocaran realmente al asunto en cuestión, si dejaran de culpar a la "derecha fascista" y si realmente trabajaran con esfuerzo y dedicación en lo que realmente deben trabajar, porque con patria no nos podemos defender, comer o trabajar.
carlos_ramon_guerra@hotmail.com
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