Sobre tales
"pensamientos" se puede crear un despacho para la Suprema Felicidad
Social
PEDRO
GARCÍA OTERO | EL UNIVERSAL
Sábado 26
de octubre de 2013
Esta columna es hija de un viaje
a Vargas; hace unos días pasé por allí, y me encontré en las pasarelas
peatonales con unas insólitas frases de Hugo Chávez, alternadas con otras -no
faltaba más- de Simón Bolívar.
Nadeska Noriega, corresponsal de El Universal en el Litoral, me contó que las frases fueron tomadas del libro Pensamientos del Presidente, editado en 2011. Los "pensamientos" fueron compilados por Salomón Susi Sarfati. Lean algunos: "Todo revolucionario es un feminista"; "Tenemos que ser creativos (...) No hay revolución sin teoría revolucionaria"; "La calidad no debe estar reñida con la revolución"; "Motorizar, revolucionar, concientizar, esa es nuestra tarea". Uno consideraría que un hombre que habló sin parar durante casi tres lustros pudo dejar una doctrina, algo con punch para que sus viudas se agarren ahora, cuando solo tienen su figura para sostenerse... pero no.
Entendí por qué, cuando en Twitter me burlé de la frase "Váyanse al c..., yanquis de m..." equiparándola al "I have a dream..." de Martin L. King, recibí cien retuits de chavistas que no captaron la ironía y lo creyeron un homenaje: en serio asumen que el difunto era un genio. Son los mismos que disertan sobre la "crisis del capitalismo en EEUU", mientras hacen la cola para la leche. Un gobierno fundado sobre tales "pensamientos" puede crear un despacho para la Suprema Felicidad Social. Está dirigido a personas que manejan un vocabulario de 500 palabras, mayoría, según estudios. No para redimirlos. Se inspira en Goebbels: "La propaganda debe ser popular, adaptada al menos inteligente de los individuos a los que se dirige". Y una sola frase de Bolívar -"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción"- tiene más vigencia que todo el gamelote hablado por Hugo Chávez en su vida. Digo, para que no sean tan parejeros.
potero@eluniversal.com / @pedrogarciao
Nadeska Noriega, corresponsal de El Universal en el Litoral, me contó que las frases fueron tomadas del libro Pensamientos del Presidente, editado en 2011. Los "pensamientos" fueron compilados por Salomón Susi Sarfati. Lean algunos: "Todo revolucionario es un feminista"; "Tenemos que ser creativos (...) No hay revolución sin teoría revolucionaria"; "La calidad no debe estar reñida con la revolución"; "Motorizar, revolucionar, concientizar, esa es nuestra tarea". Uno consideraría que un hombre que habló sin parar durante casi tres lustros pudo dejar una doctrina, algo con punch para que sus viudas se agarren ahora, cuando solo tienen su figura para sostenerse... pero no.
Entendí por qué, cuando en Twitter me burlé de la frase "Váyanse al c..., yanquis de m..." equiparándola al "I have a dream..." de Martin L. King, recibí cien retuits de chavistas que no captaron la ironía y lo creyeron un homenaje: en serio asumen que el difunto era un genio. Son los mismos que disertan sobre la "crisis del capitalismo en EEUU", mientras hacen la cola para la leche. Un gobierno fundado sobre tales "pensamientos" puede crear un despacho para la Suprema Felicidad Social. Está dirigido a personas que manejan un vocabulario de 500 palabras, mayoría, según estudios. No para redimirlos. Se inspira en Goebbels: "La propaganda debe ser popular, adaptada al menos inteligente de los individuos a los que se dirige". Y una sola frase de Bolívar -"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción"- tiene más vigencia que todo el gamelote hablado por Hugo Chávez en su vida. Digo, para que no sean tan parejeros.
potero@eluniversal.com / @pedrogarciao
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