La mayor parte del
público peinaba canas y le sorprendió oírles corear los indelebles hits
MANUEL
ZAPATERO | EL UNIVERSAL
Sábado 26
de octubre de 2013
De unos
años a esta parte, el tipo había comenzado a revivir sus recuerdos y en
consecuencia se había esforzado por dar un valor especial a los momentos, a
vivirlos con intensidad y no perderlos. Así que cuando emocionado se enteró,
que la banda de rock favorita de su juventud, tocaría en un local de su ciudad,
no lo pensó un momento. Quería salir y reencontrarse con gentes de antaño,
vestido de adolescente con blue jeans, los tenis y camiseta impresa. A
la hora convenida apareció su cantante preferido cantando las mismas canciones
que le dieron el triunfo hacia cuarenta años y acompañado de los vetustos
solistas al teclado, la batería y el contrabajo, que le seguían el compás con
la energía de antaño, sintiendo con alegría que su mundo de recuerdos no había
cambiado totalmente. La mayor parte del público peinaba canas y le sorprendió
oírles corear los indelebles hits junto a jovencitos que no habían nacido
cuando aquellos LP ocupaban las cabeceras de las listas de éxitos. Las
generaciones se renovaban y se mezclaban en perfecta convivencia, y uno podría
afirmar que el rock and roll no envejecía. Lo que había envejecido era la
industria. El cantante sudaba a chorros, en una pausa de su interpretación,
comentó que la industria de la música se había desmoronado ya que las ventas de
discos eran inexistentes.
Los músicos como ellos solo podían generar recursos para vivir de su trabajo mediante los conciertos, por lo cual en los últimos años sus giras se habían multiplicado, con el cansancio para sus cuerpos ya envejecidos. Si antes un concierto servía para promocionar un disco, ahora era al revés: el disco que se escuchaba gratis por Internet, era el gancho para la gira. Admitió que el entusiasmo sincero del cantante, es lo que le empujaría tanto a él como a los espectadores a disfrutar de los recuerdos.
mzapatero21@gmail.com
Los músicos como ellos solo podían generar recursos para vivir de su trabajo mediante los conciertos, por lo cual en los últimos años sus giras se habían multiplicado, con el cansancio para sus cuerpos ya envejecidos. Si antes un concierto servía para promocionar un disco, ahora era al revés: el disco que se escuchaba gratis por Internet, era el gancho para la gira. Admitió que el entusiasmo sincero del cantante, es lo que le empujaría tanto a él como a los espectadores a disfrutar de los recuerdos.
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